En algunas ocasiones nuestros hijos se pueden comportar de forma que no entendemos, sienten todo tipo de emociones como la tristeza, alegría, ira, enfado, sorpresa, miedo… En muchos momentos pueden sorprenderse ante esas emociones o ante circunstancias que van viviendo. Los niños y adolescentes, como los adultos pueden experimentar síntomas de ansiedad aun y cuando pueden ser similares los síntomas, las consecuencias para los infantes puede ser más perjudiciales ya que se corre el riesgo de que afecte su desarrollo socioemocional. Con mi experiencia, considero que es muy importante detectar a tiempo cualquier indicio de ansiedad que veamos en nuestros hijos. El cambio de escuela, la separación de los padres, el nacimiento de un hermanito, el perder a un familiar cercano, el cambio de domicilio o ciudad… puede causar ansiedad en los niños. Recibir terapia infantil puede ayudarlos, pues se centra en comprender al niño y al entorno que le rodea para ofrecer soluciones a su problema de manera integral y específica

Algunos de los padecimientos infantiles que trato en una terapia son el TDAH, los trastornos del desarrollo, la depresión infantil, la baja autoestima, los problemas escolares, la mala regulación de la ira y las

rabietas, las fobias infantiles, el trauma psicológico el exceso de ansiedad y más.